Reivindicando?? el espíritu navideño
Hace
unos días entré a un Shopping y como suele pasar en estas épocas de fiestas,
como un elemento más de la decoración navideña, allí estaba él…
Entre los pinos
nevados, con miles de copitos de nieve colgando del techo, un gran trineo
tirado por renos parece “volar” sobre nuestras cabezas dirigiéndose hacia el
gran árbol de Navidad del patio central... y allí estaba él… en la entrada de la
gran juguetería.
Desde las 3 de la tarde hasta las 12 de la noche, inmutable, sereno, enfundado
en su traje rojo de grueso terciopelo y piel blanca, con sus botas, guantes
blancos y su enorme gorro rojo, porque él viene desde un país muuuuyyy lejano y
muy frío en el Polo Norte, con su espesa barba postiza blanca, larga cabellera
blanca rizada (también postiza), una gran panza de espuma de goma bajo el
traje, quizás porque no es lo suficientemente gordo para encarnar al tan mítico
personaje, cargando una gran bolsa sobre su espalda y rodeado de enormes
paquetes con el logo del Shopping. Todo este atuendo incrementa unos 15º C su
temperatura corporal…
Pero
lo que más me llamó la atención fue su mirada detrás de unos anteojos dorados
sin cristales… me quedé un largo rato observándolo y creo que se dio cuenta
porque en un momento levantó la mirada y me fulminó… yo sólo atiné a sonreír y
lo seguí mirando.
“¡Pobre tipo!” pensé… 9 horas por día cagado
de calor, rodeado de pendejos que lo pellizcan para comprobar que no es un
muñeco, otro que se pone a llorar porque la boluda de la madre lo “obliga” a
sacarse una foto con Papá Noel… “Es Papá Noel, viste??? Sacate una foto con
Papá Noel, daleeeee!!!!”
Pero
lo más gracioso de todo fue un nene de unos 6 años, gordito, rubio, con
flequillo, estaba en la fila impaciente… muy impaciente… dando 3 saltitos cada
tanto, caprichoso, fastidiando a su madre, gordita, rubia, con flequillo…
Y
entonces pensé: “¿Qué necesidad hay que poner a un pobre tipo a cagarse de calor y
soportar a cientos de pequeñas bestias durante horas?
Pero
volvamos a Papá Noel, o mejor dicho al pobre tipo que lo “encarna”
Y ahí
va el pobre actor sin trabajo, que estudió teatro durante 15 años con Norma
Aleandro y Julio Chávez, haciendo Shakespeare y Chejov para sus amigos y
familiares, sin cobrar un mango, se presenta con su CV y su DVD con videos de
sus obras teatrales, y lo atiende el sádico hijo de puta que le hace creer que
estar en un shopping de esa categoría es muy importante para su carrera ya que
lo verán miles de personas, y le asegura que “siempre” va Adrián Suar a comprar
regalos para sus hijos y quien sabe… lo contrata para la próxima temporada de
TV.
Yo
creo que Ernesto tendría que haber asfixiado al gordito rubio de flequillo, de
esa manera hubiese salido en Crónica TV: (pantalla roja y música de CTV) “Ultimo
Momento: Papá Noel enfurecido asesina a niño en Shopping. El asesino estudiaba
teatro con Julio Chavez ” (sigue la música)
Siempre
odié a las promociones con actings, esa costumbre de personificar a las
insignias de las empresas sólo para vender más.
Recuerdo
hace unos años abrieron una sucursal de “Solo Empanadas” cerca de mi casa, era
verano, con un calor terrible y el cretino del dueño hacía desfilar por la
senda peatonal a “6 empanadas” mientras el semáforo se ponía en rojo en la
avenida frente al local.
En
otra oportunidad, hace unos años estaba en un Mc Donald’s de un complejo de
cines muy importante, era la semana de del Día del Niño, y ahí estaba él… Ronald Mc Donald,
alegrando a los infantes.
Hace
muchos años, yo tendría unos 10 años, vino un circo a mi barrio para las vacaciones de invierno, y habían cortado la avenida donde desfilaban los muñecos de los personajes
de la TV: Mickey, Pluto, Bugs Bunny, la Pantera Rosa y otros.
La Pantera Rosa , que era “muda”, me había
hablado e insultado!!!
Creo
que desde ese momento empecé a odiar a estos personajes, sin olvidar a los mimos
y estatuas vivientes…
Su
mirada… no coincidía con el resto de su atuendo amable y angelical… había
fastidio en sus ojos…
A su
alrededor muchos niños hacían una larga fila para sacarse una foto con él y él
permanecía en silencio, sólo estaba autorizado a decir “Jo Jo Jo, Feliz Navidad!!!”
Y
sigue el desfile… un chiquito psicópata le pega una patada en la bota roja ante
la mirada aprobatoria del padre que le acababa de comprar una PlayStation, y un
grupo de 20 nenes saltando como forajidos y gritando: “Pa-pá No-el… Pa-pá No-el!!!”
Finalmente
llegó su turno para la foto y una vez terminada, se le acerca y le dice:
-
“¿Cómo
te llamás?,
y Papá Noel le sonríe y lo saluda con la mano sin contestarle (acordate que
sólo puede decir “Jo Jo Jo, Feliz Navidad!!!”)
-
“¿Cómo
te llamás? ¿Cómo te llamás?, insiste el pendejo cada vez más sacado.
-
“Me
llamo Papá Noel”,
responde finalmente el “ídem” con voz de “idem”
-
“Si,
ya sé, pero quiero saber cómo te llamás!!!” insistió el pibito todo sudado de
tanto saltar y tanta adrenalina.
-
“…
¡Uffff!... Ernesto... me llamo Ernesto”, respondió resignado, con voz de
“Ernesto” y con los ojos demoníacos inyectados en sangre conteniendo la furia.
-
“¡¡¡Se
llama Erneeeeestooooooooooooooooo, Papá Noel se llama Erneeeeeeeeeeeeeeestoooooooooooooooooooooooooooo!!!!” gritó para todos a viva voz el pequeño Satanás
mientras se alejaba y señalaba con el dedo a la pobre victima navideña.
En
ese momento creí que Papá Noel agarraba la bolsa que cargaba en la espalda y le
envolvía la cabeza al pendejo hasta asfixiarlo, sin dejar de golpearlo contra
el trineo hasta que deje de gritar y moverse ante la mirada atónita de la gente,
y de su madre que terminaba de comerse un helado Torpedo de Frigor y no sabía dónde
tirar el palito.
¿Por qué creemos
que tenemos una Navidad blanca en Argentina en diciembre?”
Y lo
peor de todo: comemos pan dulce, frutas secas, mantecol, lechón, mayonesa,
turrones… todos alimentos híper calóricos sólo porque nuestros bisabuelos,
muchos de ellos con poca alfabetización, vinieron de Europa a fines del siglo
XIX y siguieron festejando las fiestas de esa manera, comiendo hasta reventar
comidas de invierno y nuestras familias siguieron con la tradición hasta hoy… “¿Vos
que llevás? Yo llevo un pionono y un vitel toné, mi suegra se encarga de las
confituras, decile a tu cuñada que no sea yegua y cocine algo, son siete y caen con
las manos vacías…”
Hay
que ser hijo de puta para sacrificar a un pobre cristiano sólo para vender más,
disfrazando esa ambición con la ilusión infantil, que los nenes vean a Papá
Noel y crean que existe de verdad.
Yo me
imagino las semanas previas a diciembre, en las que los shoppings y los
negocios empiezan a ambientarse con motivos navideños y ahí es cuando el sádico
hijo de puta publica el aviso en el diario: “Se necesita hombre robusto,
preferentemente actor, para promociones navideñas en importante Shopping”
Por
supuesto que ni mira el CV ni los videos, así que ni se gaste en contarle con
quien estudió, total es para los pibes que no entienden nada.
Y es
ahí cuando el pobre actor resignado piensa en que no tiene un mango para irse
un fin de semana a Santa Teresita en abril, con los jubilados… y acepta la
oferta de trabajo temporal, en negro, y es ahí donde vuelve el sádico con una
bolsa con el traje rojo, todo chivado del año anterior… el resto de la historia
ya la conocemos.
En
todos los canales le hacen entrevistas a Julio Chávez que ni se acuerda del
pobre tipo, pero aprovecha para promocionar la temporada de teatro en Mar del Plata, y así Ernesto
se convierte en la nota de color de las fiestas; y el año que viene termina en
“Bailando por un sueño” con Tinelli, y a la mierda con Aleandro, Chávez,
Shakespeare y la ilusión de trabajar en el Cervantes o el San Martín.
Eran
6 pobres chicas, (seguramente estudiantes de teatro) dentro de un disfraz de
empanada de goma espuma con dos agujeritos para ver y otros dos para sacar los
brazos… bajo el rayo del sol de las 3 de la tarde con 40º C bailando y
saludando en medio de la avenida, y el cretino estaba bajo una sombrilla con el
logo del local, un handy en la mano, arengando a las chicas para que saluden a
la gente y agiten las pancartas con las ofertas y promociones. Sólo faltaba que
una se desmaye así caían todas en efecto dominó. Hay que ser hijo de puta!!!!!
Seguí
conversando con mi cliente en una mesa y me olvidé de la escena hasta que en un
momento, antes de salir del local, decido ir al baño…
Veo
que alguien se para a mi lado, eleva su mirada hacia el techo, sosteniéndose la chota, entorna los ojos
y dice: “Ahhhh, me retaba re-meando!!!!”
Sí,
debajo de la peluca roja y la cara pintada de blanco era Ronald, meando a mi
lado… sacudió y se fue.
Cuando
salgo, lo veo nuevamente alegrando a los niños, un poco más relajado… No más preguntas Su Señoría!!!
A mí
me fascinaba la Pantera
Rosa , tenía un muñeco de peluche, el disco con la música, no
me perdía un capítulo en la TV, mi mamá me había hecho unas invitaciones para
mi cumpleaños con la cara recortada en cartulina rosa, era fanático!!!
Me
acerco al muñeco de la pantera que caminaba saludando por la avenida para
tocarlo (no lo pellizqué como el nene a Papá Noel) pero en un momento un amigo
me empuja, me tropiezo y le piso un pie a la pantera y ahí me dice con voz
ronca: “¡¡Nene, me pisaste, boludooooo!!!” y le vi la cara a través de
un agujero en la boca de la gran cabezota rosa, vi sus ojos enojados y le pedí
perdón tímidamente y salí corriendo con terrible cagazo.
Queridos amigos, en estas fiestas espero que reflexionemos y entendamos de qué se trata
la Navidad, no hay que tirar petardos, comer hasta reventar, ni ponerse en pedo
hasta desmayarse para festejar el cumpleaños de Jesús.
Les deseo lo mejor y que sean realmente felices.
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