lunes, 30 de diciembre de 2013

Año nuevo... y la misma vida de siempre

Año nuevo... y la misma vida de siempre
Predicciones “inmediatas” para el próximo año… con humor J

 

Se acerca fin de año y empiezan a deambular por todos los canales de TV los que predicen el futuro de este país y del mundo, según una amplia variedad de horóscopos: el chino, el maya, el zulú, el árabe, el senegalés, el chipriota… todas culturas muy cercanas a la nuestra, todos hacen predicciones que en 15 días nadie recordará (pero para entonces, ya vendieron todos sus libros), por eso si en julio próximo chocan dos trenes, sale alguno de estos “videntes” a decir que él (o ella) lo predijo cuando escribió que “dos galaxias lejanas se fusionarán, el rey llorará en los jardines del palacio y el gran fabulador caerá abatido por la lanza del guerrero celestial”, todo eso según las milenarias costumbres centroafricanas significa que: “las galaxias simbolizan a los dos trenes que se ‘estrellan’, el rey en los jardines es el secretario de transporte (que tiene un reloj Rolex de oro con una coronita) dando excusas en la Plaza de Mayo, el gran fabulador es el concesionario de la empresa de trenes (que “el turco” le regaló) y la lanza del guerrero son los piedrazos que arroja la gente enojada” ¿Cómo no te diste cuenta, boló?

 
Otro “infaltable” de la tele en época de fiestas el es milenario Dr. Cormillot (desde que yo me acuerdo está en la tv haciendo siempre lo mismo), terrible corta mambo que ante la llegada de cualquier festividad, ya sea Navidad, Año Nuevo (que coinciden con la llegada del verano en la que tenés que estar flaco/a sí o sí) y también en Pascua, Día de la Madre, del Padre y del Espíritu Santo, se empeña en cagarte la fiesta y hacerte sentir culpable por lo que aún no comiste, para que no puedas disfrutar ni un bocadito de acelga sin angustiarte.

Siempre con esa carita de "yo no dui" y sonrisa sádica te muestra una mesa llena de cosas ricas y te dice: “Dos maníes y una nuez equivalen a media hora de bicicleta… una rodaja de pionono, una cucharadita (tamaño café) de ensalada rusa y una copa de sidra tenés que correr 4 kilómetros para bajarlos… si le agregás un pedazo de 10 grs. de Mantecol, 3 maníes más, un vaso de Coca Cola y un mordisco de turrón tenés que escalar el Aconcagua…”

Pero vos seguramente comiste lechón, ensalada Waldorf, tomates rellenos, picada de fiambres con quesos, pollo, asado, pan dulce, maní con chocolate y te pusiste en pedo, así que directamente andá a su clínica y hacete el by-pass gástrico… o suicidate que es más barato!!!!

 
Y encima te dice con exactitud cuántas calorías tiene cada garrapiñada (por unidad) para que te sientas aún más culpable, entonces vos después no te acordás si tenías que consumir menos de 600 o 900 Kcal en total para no ser un hereje pecador, y al segundo bocado que te llevaste a la boca ya perdiste la cuenta… “el 2 de enero me mato en el gym!!!”

 
El muy sádico siempre está acompañado por la conductora del programa (que siempre es una mina “adelgazada” con pastillas y cirugías) y nunca falta el comentario de la boluda que dice: “¡Ay! yo voy a “pecar” con un pedacito de turrón que me encanta, total yo no soy de engordar”, y la ves toda enfajada metiendo panza en un vestido de canje, buscando la mirada cómplice del resto de los panelistas que se mueren por tirarse de cabeza sobre la mesa de comidas ni bien empieza el corte comercial.

 
Por eso yo te anticipo TODO lo que va a pasar y acá van mis predicciones “inmediatas” para el próximo año:

 
El 31 de diciembre se juntan todos en tu casa, que es la más grande de la familia, son 30 personas y cada familia cocinó 30 porciones de cada plato (para que nadie se quede sin probar nada ¿viste?) que suman 900 en total y que seguirás comiendo lo mismo durante los próximos 20 días.

Te estrenaste un calzón nuevo color rojo (o una bombacha si sos mina) porque tenés que empezar el año con el culo limpio… después tendrás 365 días para mandarte cagadas nuevas…

Media hora antes de las doce, avanzando levemente el estado de ebriedad de los comensales, todos sincronizan sus relojes con precisión suiza para que todos empiecen el año a la misma hora y todos miran su reloj a ver cuál es el más exacto, (al día siguiente siguen llegando tarde a todos lados…)

No conforme con eso, vos como anfitrión ponés la radio para asegurarte “oficialmente” que ya empezó el año nuevo. No entiendo por qué tanta obsesión con la puntualidad…


Llantos infaltables de por medio, abrazos fingidos, besos de Judas, brindás y saludás a aquella parte de la familia que hace exactamente un año que no veías y no la verás hasta el próximo 31 de diciembre, y también a los que no conocés porque se “colaron” a último momento: la vecina de en frente que, “pobre” los hijos la dejaron sola; el novio de tu prima que acabás de conocerlo porque no es el mismo del año pasado… ni el de la semana pasada…, y nunca falta la cuñada de tu cuñada y la madre de la secretaria del hermano de tu suegra, que “pobres” también los hijos las dejaron solas.


Drogás a tu perro para que no se asuste con la pirotecnia, le das las estrellitas, bengalas y Chasky Boom a los mas chiquitos y salís a la terraza a ver los fuegos artificiales que tus vecinos “millonarios” compraron, (sin dejar de preocuparte que alguno estalle justo sobre tu auto) y que van a durar haciendo ruido hasta las 6 de la mañana, incluso al día siguiente a las 3 de la tarde, va a haber algún boludo tirando petardos frente a tu ventana para que no puedas dormir la siesta y recuperarte del pedo de la noche anterior.


A las dos de la mañana todos emprenden la retirada, media familia peleada, todos en curda destilando alcohol, con el cinturón desabrochado, te dejan todo sucio, sin levantar un plato de la mesa y se van todos… salvo la tía (viuda ella) que vino sola y se queda esperando que el remís que contrató con 2 días de anticipación la venga a buscar… “me aseguró que venía a la 1… espero hasta la 1.30 y lo llamo…”

Lo llama a la remisería y al celular y por supuesto, no atiende nadie.


2.45 AM, ya limpiaste todo, tus párpados pesan medio kilo cada uno y… ¡suena el timbre!, vos pensás que es el remís de la tía, pero no, es tu amigo “el fiestero” con su coupé roja, que te viene a saludar y a seguir morfando y chupando porque a las 4 se va a bailar y tiene que hacer tiempo… en tu casa!


En el mejor de los casos, le encajás a la vieja y que la lleve a su casa, pero ella te lleva aparte y te dice que ni en pedo se sube al auto con ese borracho… “andá a saber lo que tomó!!!”, y vos empezás e pensar que vas a tener que vestirte y salir a llevarla hasta la loma del orto suplicando a Dios que ningún borracho o drogado se estrelle contra tu auto.


En el peor de los casos, la tía se queda a dormir en tu casa, le tenés que ofrecer tu cama, (porque ella es vieja… pobrecita…) y vos terminás durmiendo en el piso sobre un par de almohadones, junto al perro que sigue drogado y tirándose pedos, y jurás por todos los cielos que el año próximo te vas a cenar afuera con tu familia más íntima y los demás… ¡¡¡se van a cagar!!!


Al día siguiente te levantás hecho mierda y desayunás con un sándwich de vitel toné y un tomate relleno que quedó en la heladera ya que no tenés ganas de prepararte el desayuno, y esperás para el almuerzo que caigan todos otra vez a comer las sobras, ahora en “versión reducida” porque algunos pasan el 1º con los suegros o se van a una quinta con piscina… y no te invitan.

 
Ponés la tele y ves en todos los canales cómo recibieron el año nuevo las ciudades del mundo, que son siempre las mismas: New York, Río de Janeiro, Sidney; Madrid, Londres, París, Tokyo y Calcuta (para darle un toque de “pobreza” y te sientas culpable).


Inmediatamente viene la nota del primer turista que llega a Mar del Plata: es una familia de 5 más un perro Gran Danés, en un Ford Taunus modelo '81 todo destartalado, que vienen desde Corrientes, el notero le mete el micrófono al tipo por la ventanilla (casi le saca un ojo) y todos los chicos se le suben a la cabeza para saludar y salir en la tele, y el perro no para del ladrar y se quiere comer el capuchón del micrófono del notero con el logo de Crónica TV.


A continuación los accidentados fatales: el ranking de los que conducían en pedo y se hicieron mierda contra un árbol, y su inevitable tabla comparativa en porcentajes con respecto al número de víctimas del año anterior.


Ya en segundo plano los otros accidentados: los que hacen cola en la guardia del Hospital Santa Lucía porque se ligaron un corchazo en el ojo, o también los quemados por pirotecnia trucha. Acá también va la tablita comparativa con el año anterior, porque a los argentinos nos encanta sacar estadísticas de cualquier cosa ¿viste?


Entre medio, te pasan un clip con todas las celebridades que murieron el año anterior, (algunos ni te enteraste que murieron, otros ni siquiera sabias que eran celebridades), siempre con la música del “Adagio” de Albinoni, que es lo más triste que escuché en mi vida después de la canción de “Trapito”, o en su defecto, el tema de la película “Propuesta indecente” (el de los violines en el muelle… Googlealo y vas a ver…)


Después la infaltable nota del primer bebé argentino del nuevo año, que seguramente nació a las 0.01 en el Hospital de Niños de Santiago del Estero o de Jujuy (siempre nacen re lejos…) y ves a la madre en camisón, , dándole la teta, todavía dopada por la anestesia, toda desfigurada después de haber parido un lechón sietemesino de 5 kilos con parto normal, y te cuenta que ya tiene 7 hijos más, que el marido no tiene trabajo y que espera que “ el Jonathan Brian Joel” llegue con un pan bajo el brazo.


Siempre pensé qué bajón debe ser nacer durante las fiestas, jamás vas a tener un cumpleaños tuyo, siempre se van a juntar para las fiestas y “de paso” te saludan por tu cumple, nadie te llama porque están ocupados cerrando el año, olvidate de los regalos porque en diciembre nadie tiene un mango y en enero se van de vacaciones y cagaste!!!! La guita siempre esta destinada a otra cosa.

O te regalan un par de medias y te dicen “regalito de Navidad y cumpleaños” ¡Andá a cagar!

Te clavan una velita en el pan dulce y te cantan el Feliz Cumpleaños, olvidate de la torta porque con toda la comida que hay no pretenderás encima, una torta de cumpleaños!!!

No podés invitar a tus amigos porque están pasando las fiestas con sus familias. Si tenés suerte, alguno te manda un mensajito de texto o te saluda por Facebook.


Lo mismo pasa cuando cumplís años durante enero y febrero, están todos de vacaciones (hasta tus abuelos!!!!) y a veces, te lo festejan en marzo cuando empiezan las clases, pero no es lo mismo.

La gente no debería tener relaciones sexuales entre marzo y junio!!!!


El 2 de enero te levantás “renovado” y dispuesto a poner en práctica algo de lo que deseaste para este año al brindar y empezás a full... (el 3… ya abandonaste!!!)


Te vas al gimnasio tempranito a lavar las culpas por todo lo que morfaste las últimas dos semanas, te subís a la cinta y a la bici y la gastás… pero siempre hay un hijo de puta que lleva un pan dulce al gym para seguir festejando, pero vos, estoico, te negás, pero el cretino insiste e insiste y te dice que es de Plaza Mayor…

Lo mordés y está todo seco y duro como cartón corrugado, pero te lo tenés que terminar porque queda mal tirarlo… y te das cuenta que no podés tragarlo, vas a la heladera a agarrar un agua y está caliente como una meada (acordate que fuiste re temprano) porque los últimos dos días el gym estuvo cerrado con la heladera desconectada para ahorrar luz, si es que Edesur no te la cortó…

 
Pero no sos el único: están también las gordas arrepentidas que se comieron un jabalí y pretenden adelgazar en una semana porque se acordaron que el 15 se van de vacaciones y no caben ni en pedo en la bikini.


Después vienen los Reyes Magos, ponés el pastito y el agua para los camellos… ¿alguno vio un camello en Buenos Aires fuera del zoológico alguna vez? No me los imagino andando por los empedrados de San Telmo… pero no importa, todo sea por la tradición popular.


Ahh, me olvidaba, no ganaste ni el trigésimo premio de ninguno de los tres gordos de la lotería en los cuales te gastaste la guita de las vacaciones, y eso que le jugaste a las edades de tus hijos, al derecho y al revés, pero nada…


Yo me pregunto: ¿Por qué se festeja todo junto en dos semanas? ¿No se pude pasar alguna fiesta para junio que no tenemos nada?


Feliz año para todos!!!

 

viernes, 20 de diciembre de 2013

Reivindicando?? el espíritu navideño


Reivindicando?? el espíritu navideño

 

Hace unos días entré a un Shopping y como suele pasar en estas épocas de fiestas, como un elemento más de la decoración navideña, allí estaba él…
Entre los pinos nevados, con miles de copitos de nieve colgando del techo, un gran trineo tirado por renos parece “volar” sobre nuestras cabezas dirigiéndose hacia el gran árbol de Navidad del patio central... y allí estaba él… en la entrada de la gran juguetería.

 
La escena invernal es un oasis teniendo en cuenta los 38º C de calor que hace en la calle, cientos de personas se refugian en el único lugar con aire acondicionado y aprovechan para hacer sus compras de regalos, y allí estaba él… 
Desde las 3 de la tarde hasta las 12 de la noche, inmutable, sereno, enfundado en su traje rojo de grueso terciopelo y piel blanca, con sus botas, guantes blancos y su enorme gorro rojo, porque él viene desde un país muuuuyyy lejano y muy frío en el Polo Norte, con su espesa barba postiza blanca, larga cabellera blanca rizada (también postiza), una gran panza de espuma de goma bajo el traje, quizás porque no es lo suficientemente gordo para encarnar al tan mítico personaje, cargando una gran bolsa sobre su espalda y rodeado de enormes paquetes con el logo del Shopping. Todo este atuendo incrementa unos 15º C su temperatura corporal…

 
Pero lo que más me llamó la atención fue su mirada detrás de unos anteojos dorados sin cristales… me quedé un largo rato observándolo y creo que se dio cuenta porque en un momento levantó la mirada y me fulminó… yo sólo atiné a sonreír y lo seguí mirando.

Su mirada… no coincidía con el resto de su atuendo amable y angelical… había fastidio en sus ojos…

A su alrededor muchos niños hacían una larga fila para sacarse una foto con él y él permanecía en silencio, sólo estaba autorizado a decir “Jo Jo Jo, Feliz Navidad!!!”

 
“¡Pobre tipo!” pensé… 9 horas por día cagado de calor, rodeado de pendejos que lo pellizcan para comprobar que no es un muñeco, otro que se pone a llorar porque la boluda de la madre lo “obliga” a sacarse una foto con Papá Noel… “Es Papá Noel, viste??? Sacate una foto con Papá Noel, daleeeee!!!!”

Y sigue el desfile… un chiquito psicópata le pega una patada en la bota roja ante la mirada aprobatoria del padre que le acababa de comprar una PlayStation, y un grupo de 20 nenes saltando como forajidos y gritando: “Pa-pá No-el… Pa-pá No-el!!!”

 
Pero lo más gracioso de todo fue un nene de unos 6 años, gordito, rubio, con flequillo, estaba en la fila impaciente… muy impaciente… dando 3 saltitos cada tanto, caprichoso, fastidiando a su madre, gordita, rubia, con flequillo…

Finalmente llegó su turno para la foto y una vez terminada, se le acerca y le dice:

-          “¿Cómo te llamás?, y Papá Noel le sonríe y lo saluda con la mano sin contestarle (acordate que sólo puede decir “Jo Jo Jo, Feliz Navidad!!!”)

-          “¿Cómo te llamás? ¿Cómo te llamás?, insiste el pendejo cada vez más sacado.

-          “Me llamo Papá Noel”, responde finalmente el “ídem” con voz de “idem”

-          “Si, ya sé, pero quiero saber cómo te llamás!!!” insistió el pibito todo sudado de tanto saltar y tanta adrenalina.

-          “… ¡Uffff!... Ernesto... me llamo Ernesto”, respondió resignado, con voz de “Ernesto” y con los ojos demoníacos inyectados en sangre conteniendo la furia.

-          “¡¡¡Se llama Erneeeeestooooooooooooooooo, Papá Noel se llama Erneeeeeeeeeeeeeeestoooooooooooooooooooooooooooo!!!!” gritó para todos a viva voz el pequeño Satanás mientras se alejaba y señalaba con el dedo a la pobre victima navideña.

 

En ese momento creí que Papá Noel agarraba la bolsa que cargaba en la espalda y le envolvía la cabeza al pendejo hasta asfixiarlo, sin dejar de golpearlo contra el trineo hasta que deje de gritar y moverse ante la mirada atónita de la gente, y de su madre que terminaba de comerse un helado Torpedo de Frigor y no sabía dónde tirar el palito.

 
Y entonces pensé: “¿Qué necesidad hay que poner a un pobre tipo a cagarse de calor y soportar a cientos de pequeñas bestias durante horas?

¿Por qué creemos que tenemos una Navidad blanca en Argentina en diciembre?”

Y lo peor de todo: comemos pan dulce, frutas secas, mantecol, lechón, mayonesa, turrones… todos alimentos híper calóricos sólo porque nuestros bisabuelos, muchos de ellos con poca alfabetización, vinieron de Europa a fines del siglo XIX y siguieron festejando las fiestas de esa manera, comiendo hasta reventar comidas de invierno y nuestras familias siguieron con la tradición hasta hoy… “¿Vos que llevás? Yo llevo un pionono y un vitel toné, mi suegra se encarga de las confituras, decile a tu cuñada que no sea yegua y cocine algo, son siete y caen con las manos vacías…”

 
Pero volvamos a Papá Noel, o mejor dicho al pobre tipo que lo “encarna”

Hay que ser hijo de puta para sacrificar a un pobre cristiano sólo para vender más, disfrazando esa ambición con la ilusión infantil, que los nenes vean a Papá Noel y crean que existe de verdad.

Yo me imagino las semanas previas a diciembre, en las que los shoppings y los negocios empiezan a ambientarse con motivos navideños y ahí es cuando el sádico hijo de puta publica el aviso en el diario: “Se necesita hombre robusto, preferentemente actor, para promociones navideñas en importante Shopping”

 
Y ahí va el pobre actor sin trabajo, que estudió teatro durante 15 años con Norma Aleandro y Julio Chávez, haciendo Shakespeare y Chejov para sus amigos y familiares, sin cobrar un mango, se presenta con su CV y su DVD con videos de sus obras teatrales, y lo atiende el sádico hijo de puta que le hace creer que estar en un shopping de esa categoría es muy importante para su carrera ya que lo verán miles de personas, y le asegura que “siempre” va Adrián Suar a comprar regalos para sus hijos y quien sabe… lo contrata para la próxima temporada de TV.

Por supuesto que ni mira el CV ni los videos, así que ni se gaste en contarle con quien estudió, total es para los pibes que no entienden nada.

Y es ahí cuando el pobre actor resignado piensa en que no tiene un mango para irse un fin de semana a Santa Teresita en abril, con los jubilados… y acepta la oferta de trabajo temporal, en negro, y es ahí donde vuelve el sádico con una bolsa con el traje rojo, todo chivado del año anterior… el resto de la historia ya la conocemos.

 
Yo creo que Ernesto tendría que haber asfixiado al gordito rubio de flequillo, de esa manera hubiese salido en Crónica TV: (pantalla roja y música de CTV) “Ultimo Momento: Papá Noel enfurecido asesina a niño en Shopping. El asesino estudiaba teatro con Julio Chavez ” (sigue la música)

En todos los canales le hacen entrevistas a Julio Chávez que ni se acuerda del pobre tipo, pero aprovecha para promocionar la temporada de teatro en Mar del Plata, y así Ernesto se convierte en la nota de color de las fiestas; y el año que viene termina en “Bailando por un sueño” con Tinelli, y a la mierda con Aleandro, Chávez, Shakespeare y la ilusión de trabajar en el Cervantes o el San Martín.

 
Siempre odié a las promociones con actings, esa costumbre de personificar a las insignias de las empresas sólo para vender más.

 
Recuerdo hace unos años abrieron una sucursal de “Solo Empanadas” cerca de mi casa, era verano, con un calor terrible y el cretino del dueño hacía desfilar por la senda peatonal a “6 empanadas” mientras el semáforo se ponía en rojo en la avenida frente al local.

Eran 6 pobres chicas, (seguramente estudiantes de teatro) dentro de un disfraz de empanada de goma espuma con dos agujeritos para ver y otros dos para sacar los brazos… bajo el rayo del sol de las 3 de la tarde con 40º C bailando y saludando en medio de la avenida, y el cretino estaba bajo una sombrilla con el logo del local, un handy en la mano, arengando a las chicas para que saluden a la gente y agiten las pancartas con las ofertas y promociones. Sólo faltaba que una se desmaye así caían todas en efecto dominó. Hay que ser hijo de puta!!!!!

 
En otra oportunidad, hace unos años estaba en un Mc Donald’s de un complejo de cines muy importante, era la semana de del Día del Niño, y ahí estaba él… Ronald Mc Donald, alegrando a los infantes.

Seguí conversando con mi cliente en una mesa y me olvidé de la escena hasta que en un momento, antes de salir del local, decido ir al baño…

Veo que alguien se para a mi lado, eleva su mirada hacia el techo, sosteniéndose la chota, entorna los ojos y dice: “Ahhhh, me retaba re-meando!!!!”

Sí, debajo de la peluca roja y la cara pintada de blanco era Ronald, meando a mi lado… sacudió y se fue.

Cuando salgo, lo veo nuevamente alegrando a los niños, un poco más relajado… No más preguntas Su Señoría!!!

 
Hace muchos años, yo tendría unos 10 años, vino un circo a mi barrio para las vacaciones de invierno, y habían cortado la avenida donde desfilaban los muñecos de los personajes de la TV: Mickey, Pluto, Bugs Bunny, la Pantera Rosa y otros.

A mí me fascinaba la Pantera Rosa, tenía un muñeco de peluche, el disco con la música, no me perdía un capítulo en la TV, mi mamá me había hecho unas invitaciones para mi cumpleaños con la cara recortada en cartulina rosa, era fanático!!!

Me acerco al muñeco de la pantera que caminaba saludando por la avenida para tocarlo (no lo pellizqué como el nene a Papá Noel) pero en un momento un amigo me empuja, me tropiezo y le piso un pie a la pantera y ahí me dice con voz ronca: “¡¡Nene, me pisaste, boludooooo!!!” y le vi la cara a través de un agujero en la boca de la gran cabezota rosa, vi sus ojos enojados y le pedí perdón tímidamente y salí corriendo con terrible cagazo.

La Pantera Rosa, que era “muda”, me había hablado e insultado!!!

 
Creo que desde ese momento empecé a odiar a estos personajes, sin olvidar a los mimos y estatuas vivientes…

Queridos amigos, en estas fiestas espero que reflexionemos y entendamos de qué se trata la Navidad, no hay que tirar petardos, comer hasta reventar, ni ponerse en pedo hasta desmayarse para festejar el cumpleaños de Jesús.
Les deseo lo mejor y que sean realmente felices.